Con proyecto en Texas, Trump intenta dominio energético

Estados Unidos. Con mega proyecto, el presidente Donald Trump busca dominar los mercados del petróleo, la energía, el gas y otros recursos naturales.

La administración del Presidente de Estados Unidos aprobó un puerto en Texas capaz de transportar hasta un millón de barriles de petróleo al día, propiedad de la empresa Sentinel Midstream.

El proyecto, propuesto por primera vez en 2019 y conocido como Texas GulfLink Deepwater Port, había estado esperando una autorización final de la Administración Marítima del Departamento de Transporte.

“Este proyecto se retrasó durante cinco años y hubo obstáculos”, criticó el secretario de Transporte, Sean Duffy el viernes 14 de febrero. “Los burócratas se interpusieron en el camino y ahora estamos avanzando”.

Gulflink y terminales petroleras similares se han enfrentado a crecientes objeciones por parte de activistas ambientales, quienes presionaron al ex presidente Joe Biden para que detuviera esos proyectos argumentando que son incompatibles con la justicia ambiental y la lucha contra el cambio climático.

GulfLink por sí solo sería responsable de más de 100 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero aguas arriba y aguas abajo por año, según Earthworks, un grupo ambientalista opuesto al proyecto.

Asimismo, el presidente Donald Trump ordenó la creación de un consejo en la Casa Blanca enfocado en conducir a Estados Unidos hacia el “dominio energético”, con la promesa de que se tomarán medidas la semana próxima.

Tenemos más energía que cualquier otro país y ahora la estamos liberando”, dijo Trump el viernes 14 de febrero en la Oficina Oval al firmar una orden ejecutiva que pone en funcionamiento el panel. “Lo llamo ‘oro líquido’ bajo nuestros pies y lo vamos a utilizar”.

El nuevo Consejo Nacional de Dominio Energético estará dirigido por el secretario del Interior, Doug Burgum, y el secretario de Energía, Chris Wright, será su vicepresidente.

El panel tiene como objetivo dar forma a la política energética en todo el Gobierno de EU y ayudar a movilizar los permisos, la producción y la distribución de petróleo, gas, electricidad y otros recursos.

Ya se están llevando a cabo cambios radicales en la política energética, y los principales funcionarios del gabinete de Trump que flanquean al presidente una serie de acciones planificadas para facilitar el flujo de petróleo y gas de Estados Unidos.

Trump ha hecho de la producción energética nacional una prioridad, y ha presentado el abundante petróleo de Estados Unidos como una fuente de fortaleza geopolítica y poderío económico. 

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