Justicia laboral: salario mínimo a “cerillitos” y meseros

Por Fanny Yépez

Para muchos de nosotros es habitual observar a adultos mayores trabajar como “cerillitos” en los supermercados. Estas personas de la tercera edad laboran sin ninguna prestación de ley; solo reciben, por sus servicios, las modestas gratificaciones que los clientes de las tiendas les dan. Sus jornadas varían de seis a doce horas.

Según datos extraoficiales, son 28 mil adultos mayores los que trabajan tenazmente en México, empacando en forma “voluntaria”. Se olvidan de sus achaques; son amables, educados, puntuales y cumplidos, y se preocupan por hacer lo mejor posible su labor.

El Programa de Vinculación Productiva para las Personas Adultas Mayores del INAPAM tiene un convenio con 11 cadenas de autoservicio, entre ellas Soriana, Chedraui y La Comer, donde los adultos mayores pueden laborar a través del Sistema de Empacado de Mercancías. Pero no cuentan con las prestaciones que marca la Ley Federal del Trabajo, como un salario digno, vacaciones, seguro social, aguinaldo y prima vacacional, entre otras cosas.

El trabajo de empacadores voluntarios no es exclusivo para quienes carecen de pensión. Entre las filas de “cerillitos” de la tercera edad también hay jubilados que buscan mantenerse activos y tener un ingreso extra para completar sus gastos básicos.

Los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI señalan que, de los más de 17 millones 800 mil adultos mayores en México registrados en 2021, solo tres millones 600 mil reciben una pensión o están jubilados.

Antes del 31 de diciembre de 2020, la pensión mínima garantizada era de 3 mil 289 pesos mensuales. Después de entrar en vigor la reforma del sistema de pensiones en México, la cantidad percibida osciló entre 3 mil 822 y 8 mil 241 pesos, según la edad de retiro, las semanas cotizadas y el promedio del sueldo base de cotización, informó el Banco de México (Banxico).

Por todo ello, y más que se me escapa de la memoria, aplaudo que la Cámara de Diputados haya aprobado que meseros y “cerillitos” ganen al menos un salario mínimo.

La propuesta fue hecha por el legislador morenista Pedro Haces Barba. Establece que el salario mínimo no será reemplazado por propinas o algún tipo de gratificación voluntaria para las personas trabajadoras.

Entre las personas que tendrán un salario base se encuentran los “cerillitos”, encargados de ayudar a empacar las bolsas de mandado en los supermercados y que, a pesar de los años, nunca han recibido un salario mínimo.

La iniciativa decreta que los trabajadores deberán recibir un salario que, en ningún caso, podrá ser menor al mínimo o al mínimo profesional vigente, ni ser sustituido ni compensado mediante comisiones, propinas o cualquier forma de contraprestación adicional.

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