Por Fanny Yépez
El reciente apagón que se registró el lunes pasado en España y Portugal, que arrojó pérdidas multimillonarias (en euros) y afectaciones a millones de usuarios, le dio la razón al expresidente Andrés Manuel López Obrador y a su entonces secretaria de Energía, Rocío Nahle García, quienes impulsaron la adquisición de las 13 plantas de generación eléctrica por 6 mil 200 millones de dólares.
La transacción se completó en febrero de 2024. El pago fue realizado mediante la colocación de bonos históricos por parte del gobierno.
Las pérdidas económicas son incalculables en los países europeos, pero en México, algunos que se opusieron a la recuperación de las 13 plantas eléctricas —que el gobierno de Enrique Peña Nieto facilitó a los empresarios españoles— guardan un silencio cómplice y no reconocen que la administración morenista actuó con inteligencia y tino. Si no lo hubieran hecho, México estaría en penumbras, y entonces las bravatas de los opositores no tendrían descanso.
Iberdrola es una empresa de origen español creada en 1992 tras la fusión entre otras dos organizaciones: Iberduero e Hidroeléctrica Española (Hidrola). Es uno de los grupos de energía eléctrica con mayor presencia a nivel internacional, pues además de México y España, también cuenta con sedes en Estados Unidos, Reino Unido, Portugal, Australia, Brasil, Japón, Irlanda, Suecia y más.
En México, las empresas de origen español contaban con un total de 16 centrales de ciclocombinados y cogeneraciones, las cuales fueron distribuidas en estados como Baja California, Durango, San Luis Potosí, Querétaro, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Sinaloa. Ahora, Iberdrola contará con 13 centros más cuya ubicación, hasta el momento, se desconoce.
“Iberdrola Generación México, S.A. de C.V. es la sociedad cabecera de los negocios del Grupo Iberdrola en México, que realiza las actividades de prestar toda clase de servicios relacionados con la generación, conducción, transformación y enajenación de energía eléctrica, producida de fuentes térmicas”, destaca la empresa en su portal.
Por todo ello y más, insisto: no cabe duda de que el tiempo le da la razón a quien la tiene. Esto, tomando como base el peor apagón eléctrico de la historia reciente de España, que provocó este lunes una avalancha de problemas en la actividad de comercios e industria, comunicaciones móviles, carreteras, trenes y aeropuertos, colegios y centros sanitarios. Pasado el mediodía, millones de ciudadanos de España —salvo en las islas— y Portugal vieron de repente cómo luces y aparatos dejaban de funcionar, y gestos como mandar un mensaje, llamar por teléfono móvil o incluso consultar internet se volvían imposibles.
Lejos de ser un fallo puntual, como la mayoría esperaba en un primer instante, la situación se prolongó durante largas horas, en las que dos grandes preguntas sobrevolaron la escena: ¿cuál había sido la causa del incidente y cuánto tiempo iba a durar?
En tanto, Iberdrola se lava las manos como Pilatos, señalando que la causa del apagón es algo que “tiene que aclarar Red Eléctrica”: “Es el operador del sistema quien tiene que aclarar esto, puesto que son los responsables”. Los españoles exigen al gobierno de su país que se apliquen “todas las responsabilidades pertinentes a los operadores privados”.
La gobernadora Rocío Nahle, al ser entrevistada por los periodistas Alejandro Paz Varela y Álvaro Delgado Gómez, de la agencia de noticias SinEmbargo, señaló que lo que hicieron con la Reforma Energética del presidente Peña Nieto fue traer un modelo de privados a México. “Cuando llega el presidente López Obrador lo primero que me dice es: ‘Hazme un reporte de cómo está el sistema eléctrico y los combustibles’. Ahí nos dimos cuenta del desbalance que ya había; nosotros recibimos un gobierno con un desbalance energético”.
Nahle García resaltó que el rescate del sistema eléctrico mexicano realizado durante el gobierno de Andrés Manuel López fue para evitar lo que pasó en España, donde una red controlada por empresas privadas colapsó el lunes y ocasionó un apagón masivo en toda la Península Ibérica, una muestra de lo importante que es cuidar el balance y la soberanía energética, explicó la gobernadora Rocío Nahle, quien en el sexenio pasado encabezó la Secretaría de Energía.
Durante la misma entrevista, la extitular de la Sener apuntó que en México, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, se permitió una “invasión de privados” al servicio eléctrico, expuso Nahle. El argumento era que se iban a brindar mejores servicios, cuando modelos como el de España han demostrado los riesgos de dejar en manos de privados la soberanía eléctrica.
En España, desde la década de los 80, el servicio eléctrico se encuentra en manos de privados que, lejos de mejorar el servicio, se han beneficiado de esta industria.
Rocío Nahle, en su exposición, fue bastante justa sobre el caso de Iberdrola, y explicó por qué el gobierno de López Obrador decidió adquirir las 13 plantas a Iberdrola luego de que la Sener a su cargo realizara una minuciosa investigación sobre el abastecimiento energético al pueblo de México. Solo le faltó decir: “Se los dije”.