Las Vigas de Ramírez, Veracruz. En un gesto que sin duda quedará grabado en los anales de la historia… del absurdo, el Ayuntamiento de Las Vigas de Ramírez, encabezado por su presidente municipal, sorprendió a la ciudadanía al ofrecer una muestra de generosidad digna de meme: un garrafón de agua —sí, uno— y un paquete de vasos desechables para los niños y niñas que participaron en el viacrucis local.
En plena Semana Santa, mientras el calor azotaba las calles del municipio y los pequeños cargaban cruces en representación del viacrucis, el gobierno municipal demostró su compromiso con el bienestar social… poniendo una mesa con dos garrafones a medio llenar y un paquete de vasos como única muestra de apoyo logístico. Un altar a la austeridad, pero sin dignidad.
“Hasta donde llega la mediocridad de las autoridades municipales”, escribió un ciudadano indignado en redes sociales, acompañando la escena con una fotografía que habla por sí sola. Un vaso blanco, una tapa tirada, y una fila de niños esperando su turno para hidratarse, mientras el sol hacía de las suyas.
No hubo lonas, ni toldos, ni mucho menos atención médica preventiva. Solo agua. A cuentagotas. Y una mesa blanca de plástico que ha visto mejores días.
La indignación ciudadana no tardó en replicarse, con comentarios que oscilaban entre la vergüenza ajena y el sarcasmo puro: “Ojalá al presidente no se le haya ido el presupuesto regalando el vaso extra”, se leía en otra publicación.
Por lo pronto, los garrafones ya son la imagen urbana de la administración local. Si no hay obras, al menos hay hidratación simbólica.
