Elección Poza Rica: la trampa del 1%; votos que desaparecen, cómputos que se estiran

En Veracruz, Morena no gana con votos, intenta ganar con cómputos y trampas aritméticas. En Poza Rica, donde Movimiento Ciudadano obtuvo el triunfo según el PREP, el plan del oficialismo y sus aliados es claro: anular boletas de MC, reducir la diferencia con su candidata y forzar un recuento total bajo el pretexto de una ventaja menor al 1%.

Esa es la ruta. Y la están ejecutando a plena luz, con la complicidad del OPLE Veracruz. Al abrir los paquetes, comenzaron a aparecer votos marcados para MC con tachaduras a otros partidos, anulándolos. Votos que antes sumaban, ahora restan. El objetivo: empujar artificialmente una diferencia ajustada para activar la cláusula del artículo 233 del Código Electoral y reabrir lo que ya eligió la gente.

Desde hace 48 horas, el candidato emecista Emilio Olvera Andrade dejó de ser el virtual ganador para convertirse en blanco de una operación quirúrgica en cámara lenta. Jorge Álvarez Máynez, dirigente nacional de MC, lo ha denunciado con documentos, actas y boletas en mano: en los paquetes abiertos durante el cómputo, aparecen votos originalmente marcados para MC… ahora invalidados por tachaduras a otros partidos, en especial el Verde y el PT.

¿Quién marcó esos votos después del 2 de junio? Esa es la pregunta que nadie en el OPLE se atreve a responder. Y lo que sigue es más escandaloso: con cada voto anulado, la diferencia entre MC y Morena disminuye. La fórmula no es secreta: si la distancia entre primero y segundo lugar es menor al 1%, se abre la puerta a recontar las 51 actas procesadas por cotejo. Y Morena va por eso.

Gabriel Onésimo Zúñiga Ovando, representante de Morena ante el OPLE, lo adelantó sin ambages: “Estamos seguros de que revertiremos la subida. Y si no, aplicamos el 1% y nos vamos al recuento total”.

No se trata de una hipótesis. Se trata de una estrategia institucionalizada que implica la complicidad de quienes deberían ser árbitros electorales, no auxiliares del poder. El OPLE Veracruz, que trasladó el cómputo de Poza Rica a Xalapa tras disturbios, no sólo ha permitido la anulación de votos válidos, sino que ha cerrado la puerta a la documentación de incidencias por parte de Movimiento Ciudadano. Así lo ha denunciado Máynez públicamente, con nombre, cifras y fecha.

La narrativa de Morena es de “legalidad” y “procedimiento”. Pero lo que ocurre en el Consejo General del OPLE es, en palabras de su propio personal, una batalla por los números.

Lo que debió ser una jornada democrática está mutando en un proceso de laboratorio, con operadores, reglas a modo y estructuras que solo activan el “voto por voto” cuando pierden.

Poza Rica ya eligió. Pero en Veracruz, el voto ciudadano no siempre es el que cuenta. A veces, lo reescriben. A mano. Y con marcador.

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