Por Fanny Yépez
A escasos ocho días de las elecciones de presidentes municipales, y ante los desatinos y errores garrafales en que han incurrido los líderes de partidos al elegir candidatos a ediles en el estado de Veracruz, ha crecido la tendencia a emitir el voto diferenciado —también llamado voto cruzado—, que significa que las y los electores votarán por la persona, dejando de lado al partido que la o lo abandera.
El voto diferenciado se refiere al fenómeno en el cual las y los electores emiten su sufragio de manera selectiva; es decir, eligen candidaturas de diferentes partidos políticos para distintos cargos en una misma elección.
Esto puede suceder por diversas razones, como la percepción de que un partido tiene mejores perfiles para ciertos cargos o porque la o el votante desea equilibrar el poder entre distintas fuerzas políticas.
Este tipo de voto es común en sistemas donde las y los candidatos se eligen de manera independiente para diversos puestos, como ocurre en elecciones legislativas y ejecutivas separadas.
Existen varios tipos de voto: diferenciado, duro, blando y corporativo, entre otros. Todos ellos se reflejarán en las urnas el próximo 1 de junio. Pero el adversario principal a vencer es el abstencionismo, pues si este se impone, revelaría que las y los protagonistas del proceso no fueron capaces de convencer al electorado. La tarea de todas y todos es lograr que vote más del 60 % de la ciudadanía. Eso daría certeza y fortalecería el proceso democrático.
Se denomina voto duro al emitido por quienes son militantes o simpatizantes permanentes de un partido político, y que lo respaldan en las urnas independientemente de las candidaturas o de los programas que ofrezca, o incluso de la situación que atraviese el país.
Esto se debe a una fuerte identificación ideológica o emocional. Este tipo de voto es la base electoral de los partidos; les da estabilidad, al igual que al sistema político.
Este será el recurso clave del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y representa su mejor capital, con el que aspira a obtener la mayoría de las victorias.
También se le conoce como voto inercial, porque proviene de electores con una fuerte predisposición favorable hacia un partido determinado, que se mantiene por encima de cualquier circunstancia.
El voto duro es un elemento esencial a considerar en cualquier estrategia de campaña. Se le llama también voto retrospectivo, porque quienes lo emiten toman decisiones sobre el futuro con base en juicios del pasado.
El voto afirmativo o positivo es la expresión de la voluntad política de una persona electora a favor de una o más candidaturas, y se manifiesta mediante una boleta oficializada, aun cuando contenga tachaduras, agregados o sustituciones. Si un mismo sobre contiene dos o más boletas oficializadas del mismo partido y para la misma categoría, solo se contará una y se destruirán las restantes.
El voto corporativo es una práctica antidemocrática que busca aumentar artificialmente la votación a favor de determinada candidatura. Se trata de un voto inducido por patrones, dirigentes sindicales, gremiales, laborales o líderes religiosos, quienes ejercen su influencia para que sus subordinados o afiliados voten en un sentido específico.
El voto nulo son aquellos sufragios emitidos mediante boletas no oficializadas (de elecciones anteriores o de otros distritos), o que contengan defectos formales suficientes como para anularse. También se considerarán nulos cuando en el sobre haya elementos extraños como monedas, estampitas, etc.; o si contiene dos o más boletas de la misma categoría pero de diferentes partidos; o si la boleta oficializada, por daño, defecto o tachaduras, no permite identificar con claridad el nombre del partido ni la categoría de la candidatura.
El voto en blanco son aquellos sobres vacíos o con papeles de cualquier color sin inscripciones ni imágenes. Se trata de un voto válido que representa una manifestación de la voluntad de abstenerse de elegir entre las propuestas disponibles.
“Es una herramienta con la que cuentan las y los electores para manifestar su disconformidad con todas las candidaturas y con las propuestas formuladas por los partidos políticos”, aclara la CNE.