Por Fanny Yépez
A nadie, de los más de 8 millones de habitantes que tiene el estado de Veracruz —ni a los sectores empresariales, sociales, agricultores, pueblos originarios, partidos políticos y organizaciones sindicales, entre otros— le conviene el clima exacerbado de violencia, inseguridad y zozobra que se está presentando en esta entidad sureña del país. Porque todos salimos perdiendo.
Las y los veracruzanos, más que preocuparnos, debemos ocuparnos para contribuir a la reducción de la inseguridad. Los ciudadanos pueden participar en diversas iniciativas de prevención del delito y seguridad ciudadana. Esto incluye apoyar a las autoridades locales, participar en programas de vigilancia vecinal, denunciar delitos y contribuir a la construcción de una cultura de seguridad y paz.
Y lo más importante: inculcar en nuestros hijos, sobrinos, nietos, valores y principios morales. Es como sembrar, para luego cosechar excelentes seres humanos.
Precisamente la gobernadora Rocío Nahle García, en un acto de valentía, informó que fue el propio secretario Omar García Harfuch quien investigó y descubrió que hay vínculos de algunos candidatos con la delincuencia organizada.
Esta información ha caído como un balde de agua fría para las y los candidatos que están relacionados con el crimen organizado, quienes no solo pueden perder las candidaturas, sino también la libertad. También los dirigentes de partidos que abanderaron a candidatos con oscuros antecedentes deben estar sumamente preocupados, porque a ellos se les puede acusar de complicidad por haber ocultado esta delicada y grave información.
Explicó que, como gobierno, solo pueden notificar a los partidos políticos de lo que está sucediendo con algunos candidatos; no interferir, porque se les puede acusar de entrometerse en el proceso electoral.
Por ello, requirió a los partidos políticos revisar los antecedentes de sus candidatos: “Bueno, se puede hasta un día antes, pero yo no quiero interferir en un tema electoral”.
No descartó que, como gobierno, pudieran enviar la información a los partidos políticos para que ellos tomen la decisión de cambiar a sus candidatos; pero sería solo una recomendación del gobierno, basada en la información de seguridad que tienen, hacia los partidos que postularon candidatos vinculados al crimen organizado.
Sabemos que las autoridades están haciendo lo propio para restaurar un escenario de tranquilidad y paz social. Precisamente este martes, en una entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, informó sobre el despliegue de fuerzas federales en Veracruz tras los recientes asesinatos de candidatos. Actualmente —precisó— son 3,500 elementos federales los que resguardan el proceso electoral municipal.
Algo sumamente importante que resaltó el titular de la Secretaría de Seguridad federal, en cuanto a la situación del estado de Veracruz, es que existen evidencias de hechos delictivos que podrían estar relacionados con el ámbito político, debido a la presencia de células criminales en la región.
Ante este panorama, analicemos quién o quiénes resultan beneficiados con el impacto de la violencia que se está registrando en esta entidad. De ahí puede desprenderse una línea de investigación sobre quién es la mano que mece la cuna.
Porque todo hace suponer que alguien está tratando de desestabilizar a la administración, pretende propiciar un escenario adverso al gobierno morenista y con ello influir y persuadir a los ciudadanos sobre su intención de voto.
Elías Assad entra al quite… ¡e incurre en un delito de desvío de recursos!
Resulta que el Clan tuvo que pedirle al jefe de prensa del Ayuntamiento de Veracruz que se metiera de lleno para intentar sacar a flote el barco que se hunde rápidamente. Por ello, se dio a la tarea de comenzar a abrirle espacios de cobertura y difusión en los medios que tienen convenio con el Ayuntamiento, lo que a todas luces constituye un delito, ya que se estarían desviando recursos públicos del municipio para favorecer a la candidata del PAN.
Además, se contrató a un venezolano —de esos que hacen guerra sucia y campañas de lodo— para que, de modo urgente, comenzara a atacar a Rosa María, y así buscar reducir los casi 30 puntos de diferencia que le lleva la candidata del Clan.
Lo que, a estas alturas de la campaña y viendo las tendencias electorales, les resultará una misión imposible. Si acaso, le arañarán uno o dos puntos porcentuales. O incluso la diferencia se hará más grande, ya que los ciudadanos están hartos de esa estrategia del Clan-Yunes con sus campañas negras, porque lo que quieren son propuestas. Cosa que su candidata Rosales NO tiene.
Mal y de malas la campaña de la grisácea y desconocida candidata del Clan-Yunes en Veracruz.
Por fallas técnicas, no se realizó el debate en Pánuco
Como era de esperarse, varios debates de candidatos a presidencias municipales organizados vía internet —entre ellos el de Pánuco— no se pudieron realizar por fallas técnicas. No debería decirlo, pero se los dije.
El OPLE no previó las cuestiones técnicas y con ello les incumplió a los candidatos y a los ciudadanos. Ahora, ¿qué justificación dará el árbitro de la contienda estatal?