Cuitláhuac, la sonrisa del cinismo

Con casco blanco, camisa almidonada y una sonrisa que desentona con la realidad que dejó en Veracruz, Cuitláhuac García reaparece en escena. Acompaña a la presidenta Claudia Sheinbaum, junto a funcionarios federales, en un recorrido por un gasoducto en Tamaulipas. Se le ve cómodo, integrado, como si no viniera de encabezar una de las administraciones más opacas y dañinas en materia de salud pública.

Durante su sexenio, los Servicios de Salud de Veracruz fueron saqueados con método. Se desviaron más de dos mil millones de pesos mediante adjudicaciones directas, contratos a empresas recién creadas y proveedores marcados por antecedentes de corrupción. Las auditorías son claras. La ASF ordenó 24 investigaciones por irregularidades que suman casi mil 600 millones de pesos sin justificación comprobable.

La operación financiera de este desfalco tuvo rostro: Jorge Eduardo Sisniega Fernández, director administrativo de la Secretaría de Salud, intocable durante todo el sexenio y pieza clave en el manejo de recursos. Hoy, lejos de responder por su papel en el desastre, disfruta de su nueva faceta como empresario inmobiliario, sin fuero, sin cargos y, hasta ahora, sin consecuencias.

En medio de eso, la presencia de Cuitláhuac en giras presidenciales no solo resulta ofensiva, sino reveladora. Lo que para millones de veracruzanos fue un sexenio de abandono institucional, corrupción sanitaria y cinismo político, para él se resume en otra foto de grupo, otro paseo en la zona de confort del poder.

Esa sonrisa no es ingenua. Es la risa de quien sabe que en México, la impunidad no solo perdona: también recicla.

Entradas relacionadas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *