Minatitlán, Veracruz. La noche del pasado viernes, una escena digna de película sacudió el sur del estado: el dueño del bar “El Jalisquito”, identificado como Daniel “N”, embistió con su vehículo a dos presuntos sicarios que minutos antes le habían disparado, luego de negarse a seguir pagando cuotas de extorsión.
Los hechos ocurrieron frente al establecimiento. Las cámaras de seguridad captaron el momento exacto en que los agresores abren fuego y el empresario reacciona acelerando su camioneta. Ambos sujetos murieron al instante.
Tras el incidente, Daniel “N” fue detenido por las autoridades y su bar fue clausurado. Poco después, desde la página oficial del negocio, el empresario explicó su versión: “La última vez que le dije que no, me amenazó diciendo: ‘te voy a pepear la camioneta’”.
En redes sociales, el caso genera una oleada de reacciones. Usuarios expresaron apoyo y solidaridad con el empresario, al que calificaron como “valiente” y “defensor de su patrimonio”. La etiqueta #TodosSomosElJalisquito se ha popularizado entre veracruzanos indignados por la inseguridad.
No obstante, también surgieron voces que alertaron sobre los riesgos de que ciudadanos tomen la justicia por su cuenta. “Esto no puede ser la norma, pero muestra el nivel de abandono en que vivimos”, escribió un internauta en X (antes Twitter).
El caso ha encendido un foco rojo sobre la extorsión que padecen comerciantes y empresarios en el sur de Veracruz, donde, según testimonios, las denuncias no avanzan y el miedo paraliza.
A dos días de los hechos, el nombre de “El Jalisquito” sigue resonando en redes y medios nacionales, mientras en Minatitlán crece la exigencia: justicia no solo para Daniel, sino para todos los que sobreviven bajo amenaza.
