Xalapa, Veracruz. La activista mexicana Olimpia Coral Melo instó al Congreso de Veracruz a armonizar con el Código Penal del Estado para reconocer el contenido real o alterado con inteligencia artificial como parte de la Ley Olimpia.
Entrevistada en su visita a Xalapa, señaló que Veracruz se encuentra dentro de los 10 estados del país con mayor índice de violencia digital, sobre todo de difusión no consentida de material íntimo-sexual entre las parejas.
Precisó que el 89.3% de las víctimas son mujeres, mientras que el 92% de los perpetuadores son hombres; asimismo, indicó que existe un dato alarmante, pues 73.9% de las víctimas son mujeres universitarias.
“Sí es una violencia que tiene género, y que atañe principalmente a mujeres jóvenes que cursan una carrera universitaria”, lamentó. Por lo que aseveró la importancia de la armonización de las leyes en los estados.
De igual forma, consideró que se necesita de un trabajo exhaustivo con las autoridades, principalmente con los ministerios públicos para la atención integral de las víctimas y el conocimiento de las violencias que reconoce esta ley, como esas realizadas a través de inteligencia artificial.
“Es importante que no se les revictimice. No hay libertad de expresión cuando tu libertad de expresión es subir contenidos íntimos-sexuales, todas y todos tenemos que reeducarnos en ese sentido; si una persona utiliza bajo el argumento de la libertad de expresión el violar sistemáticamente un cuerpo mediante la digitalidad, estamos diciendo que está confundiendo las libertades”.
Por otro lado, mencionó que en el 2024 más del 50% de las mujeres que participaron en alguna contienda electoral, sufrieron algún tipo de violencia digital, desde acoso, bots y el menosprecio de sus carreras a través de difusión íntima o hípersexualización de su cuerpo con imágenes montadas.
“Todos somos responsables; así tengamos una ley excelsa, si no se hacen responsables las empresas digitales y algoritmos patriarcales, de nada nos serviría”.
Aseveró que la idea fundamental es hacer un llamado a las empresas digitales, quienes no dan su aportación a los entes de investigación.