A Eusebia Cortés Pérez, subsecretaria de Desarrollo Regional de la Sedesol Veracruz, poco se le podría reclamar en política. Da lo que da, y nada más.
Pero en estos días, muchos del gabinete, ya quisieran tener su tamaño para salir y plantar cara por la primer morenista de Veracruz que anda disgustada por el membrete de su partido a los Yunes.
Por ejemplo, el secretario de Gobierno Ricardo Ahued. Invitado por los Yunes al gabinete en 2016, oferta que rechazó, nada ha dicho sobre la afiliación del ex panista Miguel Ángel Yunes Márquez.
O el secretario de Desarrollo Social Ernesto Pérez Astorga. Su pasado en la Canaco y la empatía con los del Estero, lo mantiene en silencio.
Luis Arturo Santiago Martínez, secretario del Trabajo, sereno. Las bravatas se le terminaron en la campaña del 2024.
Rodrigo Calderón Salas, callado, como su paso por la coordinación de la campaña.
Claudia Tello Espinosa, en silencio. Si la atosigan los reclamos magisteriales, para qué meterse en otros líos.
La secretaria de Protección Civil, Guadalupe Osorno Maldonado, mejor en lo suyo pero sin entrarle al tema.
Irma Dávila Espinoza, mejor ni asomarse. Priista de siempre, rodeada de priistas. Intentó movilizar a proveedores del gobierno en la chiquiprotesta de respaldo a su jefa en plaza Lerdo, el jueves pasado y apenas uno que otro le atendió.
Del resto, ni decimos. Nena mejor en la farándula. Y los otros, bien gracias.