Cuando el PT desistió de coaligarse con sus aliados de Morena y del PVEM para la elección de alcaldes en Veracruz, resolvió la ecuación política que le inquietaba: mantener su registro como partido político estatal.
Hace dos semanas, desde la Ciudad de México, los dirigentes petistas locales recibieron la instrucción de abandonar la coalición formal —porque la de facto continúa—, pues de ese modo tendrían mayores posibilidades de lograr el 3% de la votación efectiva que se emita el próximo 1 de junio.
De haberse aliado, los votos directos serían para los de Morena que como se anticipa lograrán el carro completo en la elección de Veracruz por la fortaleza de la marca.
Así pues, no hay que ser adivino para pronosticar que en esta ecuación petista, encajan bien los senadores Miguel Ángel Yunes Márquez y su suplente, su padre Miguel Ángel Yunes Linares, quienes jugarán desde el Partido del Trabajo con gran protagonismo en las próximas elecciones.
Se les verá reclutando a figuras políticas que sean rechazadas no sólo en la alianza Morena-Verde, sino a los del PAN y a los del desaparecido PRD.
Por eso su alianza con el coordinador del grupo parlamentario de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández, y con el propio presidente de la Cámara alta, el petista Gerardo Fernández Noroña, cada vez luce más fuerte.
Tan es así que el jueves pasado, por consenso y sin regateos, el grupo de Morena respaldó el nombramiento de Yunes Márquez como nuevo presidente de la Comisión de Hacienda del Senado.
Quizá la más afectada de la ecuación es la misma gobernadora de Veracruz, la morenista Rocío Nahle, quien habría apretado fuerte al dirigente estatal de su partido, Esteban Ramírez Zepeta, para sembrar la percepción de que el PT rompía la coalición por un simple regateo de más candidaturas.
Está claro que para el petismo ganar alcaldías por sí solo será complicadísimo, aunque esta vez el objetivo va más allá y es la conserva del registro. Esa es la ganancia de los Yunes, que de momento traen con respuestas aceleradas a la primer morenista del estado y a carcajadas al tabasqueño.
